El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Betanzos ha dictado un auto por el que ordena el archivo de la denuncia penal interpuesta contra el sargento de la Guardia Civil
UGC Galicia denuncio la negligencia del Sargento de la Guardia Civil en el registro
El auto de la juez encargada del caso, que da un plazo de tres días para interponer recurso de reforma y/o apelación, indica que de lo "actuado no aparece debidamente justificada la perpetración del delito que dio motivo a la formación de la causa".
La Policía Local presentó una denuncia penal ante el Juzgado de Betanzos por realizar un registro en dependencias policiales carente presuntamente de garantías legales, y revelar datos médicos personales de miembros del cuerpo de seguridad.
La juez señala que del contenido de las diligencias practicadas se desprende que "únicamente se realizó una actuación en dependencias oficiales de la Policía Local de Sada con el fin de determinar los objetos y efectos que existían en su interior, incluidos los armarios que se encontraban en esas dependencias, las cuales no estaban destinadas a uso personal y particular de los empleados de la Policía Local", en referencia al registro realizado por el Gobierno local los pasados 13 y 14 de agosto. En cuanto al contenido de los ficheros encontrados en dichas dependencias, señala que el sargento de la Guardia Civil manifestó que "no encontró en los mismos indicios de delito, lo que motivó que no se efectuara ninguna intervención policial".
El registro al que hace referencia la denuncia fue realizado por el concejal Francisco Montouto, un policía local y el sargento de la Guardia Civil en las dependencias municipales de la Unidad de Seguridad Ciudadana. En esta inspección se encontraron archivos presuntamente ilegales que contenían datos personales de vecinos y visitantes del municipio.
La Unión de Guardia Civiles UGC, denunció la negligencia que cometió el sargento durante la inspección en las dependencias policiales de Sada el 14 de agosto. Aseguraron que Remo no sólo permitió que se forzara la taquilla en la que se encontraban los ficheros con información sobre vecinos sino que, después de que el funcionario que abrió la cerradura le preguntara al sargento sobre la ilegalidad de la actuación, éste le ordenó que se fuera sin dar explicaciones.
Una vez más asistimos a las manifestaciones irresponsables de esta Asociación Profesional que en vez de defender los derechos de los suboficiales de la Guardia Civil se dedica a publicar sin fundamento noticias y opiniones sobre ellos, que luego los juzgados declaran irrelevantes. UGC Galicia, cuya predecesora tenía como único aliciente asociativo la integración de los guardias civiles de tráfico en la policía gallega, debería de preocuparse más por abordar con seriedad los verdaderos problemas de los guardias civiles en la comunidad que por buscar notoriedad mediática, notoriedad que no ha encontrado en las urnas.
Quizás este alejamiento de la realidad venga propiciado por los dirigentes de la entidad que desde hace muchos años ven los toros desde la barrera y no al pie de la calle porque están retirados del servicio activo o por su propia inseguridad al no tener propuestas ni ideas que transmitir a los guardias civiles.
Sin embargo, detrás de las acusaciones vertidas sobre el Sargento de Sada se esconden otros intereses espurios que saldrán a la luz por la vía de los hechos probados en una sentencia como corresponde a las organizaciones serias con objetivos definidos.