No hay una perra pa nada.
Me cagon la Merkel, la prima de riesgo, los mercados, la crisis, el boom inmobiliario, los banqueros y la madre que los parió.
Y lo más jodío es que después de todos estos juramentos todavía pienso:
¡Virgencita, virgencita, que me quede como estoy!
Morir por la patria es una gloria; pero son más útiles los que saben hacer morir por la patria a los soldados enemigos.
El honor prohíbe acciones que la ley tolera.
La justicia llevada al extremo es una extrema injusticia.