ACTAS COMISION DE INTERIOR 28/10/08 (LA REALIDAD)
BORRADOR
INTERIOR T-39
28/10/08
(Termina el señor ministro.) CONVOCATORIA CONSEJO DE LA GUARDIA CIVIL
Está en el Consejo de Estado, que saben ustedes que es un trámite preceptivo previo para la aprobación por el Consejo de Ministros, el proyecto de real decreto sobre convocatoria y desarrollo de las elecciones del Consejo de la Guardia Civil y tenemos redactada la orden correspondiente de convocatoria de las elecciones. Por tanto, está tramitándose.
Personalmente he mantenido una reunión con la asociación unificada de la Guardia Civil que es, entendemos, la mayoritaria en este momento, aunque habrá que esperar a las elecciones para ver cuáles son los resultados, pero es la que nos pidió la reunión, para exponerles el calendario en el que el Ministerio está trabajando.
Estimamos que si el Consejo de Estado dictamina, como suele ser habitual, en los plazos oportunos, podremos convocar las elecciones al Consejo de la Guardia Civil en el mes de diciembre y se celebrarían en el mes de enero. Esto lo saben las asociaciones por mi boca y por la boca de los distintos representantes del ministerio a los que han visto. Ese será el momento, cuando tengamos consejo de la Policía, para iniciar formalmente un diálogo con los representantes de la Guardia Civil, un diálogo que, de acuerdo con la Ley de Derechos y Deberes que aprobamos en esta Cámara, tendrá que versar sobre los temas que les afectan, muchos de los cuales fueron objeto de enunciación expresa en mi comparecencia del 27 de mayo.
Hasta aquí, señoría, es cómo vemos las cosas. Creo que en más de dos años al frente del Ministerio del Interior, y más allá de los cuatro años de la legislatura anterior, mi equipo ha demostrado suficiente voluntad de diálogo con los representantes de la Policía y de la Guardia Civil. El diálogo ha sido relativamente sencillo porque compartimos un objetivo que es mejorar la seguridad de los ciudadanos, que es la obligación constitucional de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y espero y confío en que después de la manifestación podamos reanudar el diálogo constructivo que hemos mantenido, repito, durante más de cuatro años y que nos han permitido firmar los acuerdos y hacer las leyes que hoy he venido a comentar en esta Cámara.
Señorías, me pongo a su disposición para lo que quieran plantearme.
La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra por el Grupo Parlamentario Popular, ya que ha sido el peticionario también de esta comparecencia, el señor Cosidó.
Voy a tratar de ser bastante rígida en los tiempos porque no tenemos mucho.
El señor COSIDÓ GUTIÉRREZ: Solo una aclaración, señora presidenta, y con todo el respeto. Estamos agrupando tres comparecencias en un único trámite y soy consciente de lo avanzado de la hora.
La señora PRESIDENTA: Tiene razón. En teoría tiene derecho a mayor tiempo.
El señor COSIDÓ GUTIÉRREZ: Tampoco espero hacer uso de la palabra mucho más tiempo del que me corresponde, pero sí pediría un mínimo de flexibilidad en ese sentido.
La señora PRESIDENTA: De acuerdo.
El señor COSIDÓ GUTIÉRREZ: Reconozco que la intervención del ministro del Interior, que agradezco, me crea una duda. Al final no sé si los policías y los guardias civiles salieron a la calle el pasado día 18 a celebrar lo bueno que es este Gobierno o a denunciar los incumplimientos que este Gobierno ha hecho en relación con las promesas que había realizado con anterioridad. Creo que salieron más por este segundo motivo, aunque yo no estuve allí y, por tanto, solo tengo referencias a través de los medios de comunicación. Además, creo que hubo otro motivo. El segundo motivo es que de forma muy unánime los sindicatos policiales denunciaban un recorte de derechos sindicales en el seno del Cuerpo Nacional de Policía que, sin duda, preocupa a mi grupo como tal denuncia.
El Partido Socialista Obrero Español se comprometió en su programa electoral del año 2004, y les leo textualmente, a que se homologaran las retribuciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para establecer gradualmente una equiparación de condiciones económicas en la prestación de los servicios de seguridad. FIN.
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(Continúa el señor Cosidó)
La realidad de lo que ocurrió entre 2004 y 2008 es que, lejos de homologarse o equipararse esas retribuciones, se multiplicaron al menos por dos, según reconoce el propio ministerio en un informe que al parecer elaboró al respecto. Nosotros hubiéramos entendido que esa aproximación gradual hubiera sido lo más progresiva posible, pero realmente se entiende muy mal que habiendo prometido la homologación la escala básica haya pasado a una diferencia de 4.968 a 13.557 en relación con policías autonómicas. Si estos datos no son correctos el ministro nos dará los datos de cuál es la diferencia retributiva que existe a día de hoy. En todo caso me parece difícilmente sostenible -aunque después de la comparecencia anterior el ministro puede sostener cualquier cosa- que la diferencia no se haya agrandado.
En el programa de 2008 ustedes ya rectificaron y lo que prometían era que continuarían mejorando progresivamente, a través de los pactos y convenios con las organizaciones representativas, las retribuciones de los policías y de los guardias civiles, pero la realidad -y algo ha expuesto usted en su primera intervención- es que en la primera reunión que hubo se dijo: Aquí se habla de todo menos de retribuciones. Y la realidad es también que en febrero de 2008 los Mossos d'Esquadra firman un convenio con el Gobierno de la Generalitat, del que nos alegramos mucho, por el que se pacta un aumento de retribuciones de 2.000 euros -si no interpreto mal- hasta 2011, con lo que esa situación de discriminación que hoy existe lejos de disminuirse se va a agrandar aún en mayor medida.
Pero lo que resulta más sangrante es que ese aumento de retribuciones para los Mossos, del cual nos alegramos mucho, en gran parte se ha financiado con los fondos del Ministerio del Interior, porque la transferencia a los Mossos que en el año 2005 representaba 338,2 millones en el año 2008 se acaba de realizar -si no estoy mal informado- por 523,9 millones de euros, lo cual supone un incremento del 55 por ciento, que nuevamente nos parece muy bien, lo que no nos parece tan bien es que sean los fondos del Ministerio del Interior los que en definitiva financien un aumento de las diferencias retributivas entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Y lo que ya es difícilmente admisible es que en el mismo proyecto presupuestario que trae el Gobierno para el año 2009 se reduzcan las pensiones para un colectivo importante de Policía y de Guardia Civil que ha causado baja por razones psicofísicas, que ha pasado a situación de retirado, y al mismo tiempo el Gobierno pacte con el Partido Nacionalista Vasco una mejora para los policías autónomos, e, insisto, nos parece muy bien que eso se haga así, pero no que en el mismo presupuesto en el que se bajan las pensiones a un colectivo importante se pacte una mejora de las pensiones a través de un retiro anticipado para los policías autónomos vascos.
Es decir, que con lo que se ahorra con las pensiones de Policía y Guardia Civil se financie o se pretenda financiar el reconocimiento de un derecho a los policías autónomos vascos, que aprovecho a decir que en todo caso debería ser común para todas las policías autónomas porque si no vamos a establecer una discriminación. En consecuencia, a la Policía Autónoma Vasca se le equipara en lo único en lo que resultaba perjudicada, pero ustedes no quieren ni hablar de equiparar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en aquello que les desfavorece. Señor ministro, haría muy bien algo he leído en ese sentido- en ratificarnos hoy que esa adicional décimo tercera va a ser retirada del presupuesto, porque creo que ya tiene siete enmiendas de siete grupos parlamentarios en ese mismo sentido.
La segunda razón por la que yo creo que salieron los policías y los guardias civiles es un recorte de derechos sindicales. Señoría, los policías y los guardias civiles están muy cansados del doble discurso de los socialistas, un discurso según el cual cuando se está en la oposición se les promete la desmilitarización y cuando se está en el Gobierno se les sanciona o incluso se les mete en la cárcel por actividades sindicales.
FIN
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(Continúa hablando el señor Cosidó.)
Usted era portavoz del Gobierno y ministro, o sea que se acordará muy bien de que en este país el único Gobierno que han llevado a través de la acción de los tribunales a la cárcel a sindicalistas en la Guardia Civil fue un Gobierno socialista; seguro que usted lo recuerda bien. Y están muy cansados también de ese doble discurso que es: en la oposición, cogemos la pancarta y nos vamos a la calle a manifestarnos para conseguir mejoras de derechos, deberes y retribuciones de los policías y guardias civiles, y cuando se está en el Gobierno lo que se hace es sancionar a los que llevan la pancarta. Y claro, ese discurso es muy difícil que pueda ser asumido.
Hay -como les decía- una denuncia unánime de todos los sindicatos policiales de retroceso en las libertades sindicales, y ese es un tema mayor, y hay en la Guardia Civil una creciente frustración porque no se está aplicando, no se está desarrollando la ley de derechos y deberes a la que usted ha hecho mención, porque para empezar ya tenía que estar constituido el Consejo de la Guardia Civil y todavía no está hecha la convocatoria de elecciones, aunque ya usted anunció a una asociación que pretendía hacerlo para enero, cosa que ya veremos.
Por tanto, lo que inicialmente yo creo que era un conflicto colectivo por los incumplimientos del Gobierno en materia retributiva, se está transformando peligrosamente en un conflicto en defensa de la dignidad de los policías y de los guardias civiles.
Y en ese sentido quiero hacerle algunas preguntas. La primera pregunta es: ¿qué va a hacer usted ahora? Porque tenemos el antecedente de la legislatura anterior en la que usted -no usted sino alguien que está aquí sentado en nombre de usted- les dijo a las asociaciones de guardias civiles que se olvidaran de ley de derechos y deberes en la legislatura que terminó en 2008, y hubo una manifestación de uniforme -la primera en 158 años ya de historia de la Guardia Civil, tiene usted ese récord también- y usted cambió de criterio y nos trajo a paso acelerado una ley de derechos y deberes después de aquella manifestación. La pregunta es: ¿va a cambiar usted ahora también el criterio? Es decir, de eso que les dijo a los sindicatos policiales de que se olvidaran de mejoras retributivas en esta legislatura, a raíz de la manifestación va a cambiar la posición o va a mantener la misma posición.
La segunda cuestión es: ¿va a aplicar usted sanciones disciplinarias a los guardias civiles que se manifestaron el pasado día 18, como les amenazó el director General de la Guardia Civil en un escrito? Creo que ahí hay una posibilidad de interpretación. En principio yo interpretaría que no es sancionable a que hubiera una manifestación de paisano sin armas y que no rompe la neutralidad política, y entiendo que ni siquiera la neutralidad sindical que es exigible a los guardias civiles en la ley de derechos y deberes. En todo caso, usted, su Gobierno, la Dirección General de la Guardia Civil y la Policía, no sancionaron a los guardias cuando se manifestaron de uniforme, sancionó a los promotores; hubo 20 expedientes disciplinarios, 20, y en la plaza mayor creo que caben más de 20 guardias civiles, señor ministro. Usted sancionó a los promotores, pero no sancionó a los asistentes. Me parece que existiría cierta desproporción si usted pretende ahora sancionar -como amenazaba el director General- por asistir de paisano, cuando hace relativamente poco tiempo usted no sancionó por acudir de uniforme, y eso sí que era en mi opinión más sancionable.
En tercer lugar, lo que también es evidente es que el director General les amenazó con sancionarle no solo por acudir a la manifestación sino porque al ordenarles que no acudieran les amenazó con sancionarles por desobedecer la orden.
Fin.
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(Continua el señor Cosidó.)
Y esto sí que es más grave, porque si es que fueron, no sabemos cuántos -usted lo sabrá mejor- pero parece ser que algunos fueron, una de dos: o les sanciona el director general o el director general dimite porque habrá perdido su autoridad, porque él dio la orden de no asistieran y algunos guardias civiles asistieron. Entonces no queda más remedio: o sanciona, cosa que mi grupo -insisto- cree que es excesivo, o no sanciona, pero entonces creo que el director general no puede estar ni un minuto más en la dirección general. Le puede nombrar si quiere director general de la Policía y nombra otro director general de la Guardia Civil.
En tercer lugar, y era un motivo de comparecencia expresa, los sindicatos policiales creo que también se adhirieron a alguna asociación de guardias civiles y declararon una modalidad de trabajo a reglamento. Nosotros tenemos mucha confianza en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, aunque me da la impresión de que usted a veces se empeña en lo contrario.
Y tenemos mucha confianza en su sentido de la responsabilidad y en su profesionalidad, porque han dado muestras constantemente. Entendemos que no hay nada peor que una policía frustrada, desmotivada y desmoralizada, para hacer frente a la situación que tenemos que abordar, pero aún así creemos que eso no va a trascender en el servicio que prestan a los ciudadanos.
Pero para que usted dé un mensaje de tranquilidad, creo que sería bueno que aportara algunos datos en los que se vea claramente que ese trabajo a reglamento no ha supuesto en ningún caso merma de la actividad normal de la policía en estos últimos meses.
Yo le invito a hacerlo. Hay además algunas denuncias, una de ellas admitida a trámite, que ponen también en evidencia que hay un recorte de libertades sindicales. Usted me corregirá, pero me gustaría que nos informara. Hay una denuncia de un sindicato policial, o de la plataforma sindical, al director adjunto operativo de la Policía Nacional que creo que ha sido admitida a trámite. Hay en todo caso -creo que son- quince expedientes disciplinarios abiertos ya al Cuerpo Nacional de Policía y hoy la Asociación de Oficiales de la Guardia Civil anunciaba que iba a demandar también al Ministerio del Interior por coacciones y por limitar sus derechos fundamentales.
Al final lo que todo esto pone en evidencia es que la estrategia meramente disciplinaria, en vez de ayudar a resolver el conflicto, creo que lo va a complicar todo más. Por tanto, haría bien en modificar esta estrategia y hacer que esa voluntad de diálogo que hoy nos ha manifestado se transformara en iniciativas reales como la convocatoria del Consejo de la Policía. Nosotros hemos presentado varias iniciativas en el buen ánimo de tratar de colaborar en la solución de un conflicto que nos preocupa mucho; nos preocupa mucho porque afecta a un colectivo muy importante y a un área muy sensible, como es la de la seguridad.
Hemos presentado una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado para 2009 en la que, a pesar de las dificultades económicas -que son innegables-, creemos que es necesario hacer un gesto con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Les invito a que se unan y apoyen esa enmienda; me parece que ese es el camino adecuado. Hemos pedido, además, una enmienda para que se retirase esa adicional que recorta pensiones a los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Como decía, creo que también sería bueno que la apoyasen.
FIN
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(Termina el señor Cosidó Gutiérrez)
Hemos presentado una proposición no de ley para que reúna al Consejo de la Policía, porque tiene obligación legal de hacerlo, porque es el órgano institucional encargado de resolver conflictos como el que está planteado -y no tiene usted uno, tiene planteados ya dos conflictos- y porque, si usted cercena sus cauces institucionales, al final lo que provoca es que tengamos otra nueva manifestación, que yo no le quiero pronosticar, pero que sí le digo que o cambia usted de estrategia y de política, o se la va a encontrar. En cuarto lugar, yo les pediría que apoyasen la proposición no de ley presentada por mi grupo para que se convoquen las elecciones al Consejo Asesor de la Guardia Civil, porque ya tenían que estar convocadas.
Por último, yo le diría que llene de contenido real esa voluntad de diálogo que hoy nos manifiesta. Yo creo que lo debe hacer, primero, porque ni los policías ni los guardias civiles merecen el trato que les está dando y, en segundo lugar -y enlazo con la comparecencia anterior-, porque en un momento muy complicado para nuestra seguridad -usted no quiere reconocerlo, pero es un momento complicado para nuestra seguridad-, en un momento en el que la crisis económica que está viviendo este país en este momento tiene sin duda implicaciones también en materia de seguridad. Nosotros necesitamos una Policía motivada, una Policía incentivada y una Policía tratada con justicia y con respeto, porque lo último que podría pasar es que los platos rotos de este conflicto los terminara pagando el ciudadano.
La señora PRESIDENTA: ¿Algún grupo de los que no han pedido la comparecencia quiere intervenir?
Señora Díez, le sugiero que con brevedad, digamos que por equilibrio con los grupos solicitantes de la comparecencia.
La señora DÍEZ GONZÁLEZ: Gracias, presidenta. Procuraré ser muy breve; si no, usted me corta y yo accederé a su petición.
El señor ministro ha hecho una comparecencia en la que nos ha brindado una serie de datos comparativos con la situación en la que estaban las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, sobre todo desde el punto de vista retributivo, y la conclusión en la que sin duda nos podemos poner de acuerdo es que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el pasado estaban muy mal tratados y hoy están mal tratados. Esta es mi apreciación. Yo creo que podemos estar satisfechos de haber avanzado a la hora de tratar como corresponde a un servidor público a los distintos componentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Si uno se compara, fácilmente puede encontrar en el pasado cosas mucho peores que las del presente, como de los propios datos se desprende, pero yo creo que debemos hacer el esfuerzo de no tomar el retrovisor por el horizonte. Hoy, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están mal pagados y mal tratados. ¿Mejor que hace unos años? Claro, estaría bueno, pero mal tratados y mal pagados. Yo no tengo miedo de que esta situación repercuta en su trabajo, tengo el máximo de confianza en su profesionalidad y sé que se duelen para adentro. No tengo ningún miedo, por tanto, no lo planteo desde esa perspectiva, y mucho menos desde la perspectiva de tratar de sustituir a quienes son sus representantes legítimos. Aquí estamos en una Comisión parlamentaria en la que ejercemos la tarea que nos corresponde, de oposición y de control al Gobierno, y de impulso también. Yo quiero llamar la atención del ministro en ese sentido, en la parte del impulso que me corresponde. Siendo cierto, señor ministro, que usted no puede dar cuenta, respecto de la fijación de los salarios, más que de lo que le corresponde como Gobierno, y no tiene que mirar a lo que ocurre en otras comunidades autónomas, usted sabe que es inevitable. Son trabajadores que a veces trabajan juntos, comparten responsabilidades en la defensa de nuestra seguridad, tienen uniformes diferentes pero tienen la misma obligación, y tienen retribuciones muy distintas. Además de retribuciones en efectivo, tienen, digamos, un trato desde la perspectiva de la complementación de todo tipo, desde los uniformes hasta los escudos, los cascos y los guantes, es decir, muchísimas cosas que usted conoce. Se está haciendo un esfuerzo -usted me lo va a decir, como lo ha dicho en comparecencias anteriores-, pero hay un mal trato también comparativo y es inevitable que el ministro lo tome en cuenta porque, como ya se ha dicho anteriormente, el Gobierno no quiere entrar en la dialéctica de la homologación, pero para que la Policía autonómica vasca se homologue en su derecho a la jubilación anticipada con la Policía Nacional, el Gobierno destina 30 millones de euros para -dijo el ex ministro Alonso y portavoz del PSOE cuando lo explicó- saldar una antigua deuda.
FIN
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(termina la señora Díez)
La Guardia Civil está maltratada, como servidores públicos y como ciudadanos, y está mal retribuida. Además, señor ministro, hay algunos incumplimientos que usted ha mencionado pero quitándoles importancia en su intervención. Como se suele decir, pocas leyes pero que se cumplan. En relación con la reunión del consejo de policía, que se deriva de la Ley 2/1986, el Gobierno no está cumpliendo con su responsabilidad, con la ley. Sabe usted, señor ministro, que ese consejo solo lo puede convocar usted. Tiene la obligación de convocarlo cada dos meses con carácter ordinario y extraordinariamente cuando hay algún conflicto. Hay una sentencia de la Audiencia Nacional que establece como conflicto lo que se está planteando del año 2003 y, por tanto, ese consejo tendría que haberse reunido, usted lo tendría que haber convocado. Hay un conflicto. ¿Es verdad lo que dice? ¿Que es mejor ir cuando tengamos un acuerdo? Sí, pero hay que cumplir la ley y usted tiene la obligación de cumplirla, y solo usted puede convocar esa reunión. Se ha citado, en relación con la Guardia Civil, que se ha demorado demasiado también la convocatoria de unas elecciones que les correspondería haber celebrado -si no me equivoco- en junio de este mismo año. Esos incumplimientos no ayudan desde ningún punto de vista y además están en su debe. Son incumplimientos del Gobierno. El Gobierno no lo está haciendo bien en ese sentido, el Gobierno suspende porque no cumple la ley ante servidores públicos.
He citado también la desigualdad de trato y termino mencionando algo que me parece impropio de un Gobierno democrático y de este tiempo como es el Gobierno de la nación, nuestro Gobierno. No me parece de recibo, señor ministro, y me parece además condenable, que se haya tratado de intimidar y amenazar a los guardias civiles que iban a asistir a esa manifestación. Es impropio de este tiempo. Realmente no se corresponde no ya con la legalidad sino con los tiempos democráticos y con nuestras normas de convivencia y de participación. Es verdad, y usted lo ha dicho, que tienen deberes, y de la misma manera que les vamos a respetar sus derechos hemos de obligarles o de exigirles que cumplan con sus deberes. Estamos hablando de una manifestación a la que van los guardias civiles, que no han perdido su condición de ciudadanos, y que están también acogidos por la Constitución en su condición de ciudadanos. Señor ministro, usted sabe que en España ha habido en los últimos años incluso disposiciones judiciales y de la fiscalía que permitían celebrar manifestaciones y congresos a organizaciones ilegales -por ser terroristas- con el argumento de que quienes allí iban no habían perdido sus derechos como ciudadanos y que esos derechos estaban por encima. Esa negación de derechos se les ha hecho a los guardias civiles cuando se les ha -he dicho amenazados, pero quizá sea una palabra demasiado fuerte y la retiro si no se considerada apropiada- conminado a no asistir como ciudadanos que son, guardias civiles también, con todos sus derechos en vigor a una manifestación a la que iban a asistir de paisano y sin portar armas.
Señor ministro -con esto termino, señora presidenta, y le agradezco su generosidad-, en esto, y lo lamento profundamente, tengo que reprobar su actuación, su forma de comportarse en esta materia en relación con los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y espero, en todo caso, que en una próxima comparecencia pueda desdecirme de lo dicho ahora y felicitarle por la relación con nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La señora PRESIDENTA: ¿Algún grupo quiere intervenir? (Pausa.) Señor Llamazares, tiene la palabra.
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El señor LLAMAZARES TRIGO: Gracias, señor ministro, por su información. Mi grupo ve con normalidad el ejercicio de derechos constitucionales por parte de las fuerzas de seguridad y queremos hacer un llamamiento al Gobierno para que negocie y busque, como ha dicho el ministro, una plataforma de negociación y de acuerdo en esta materia. Sin prisas, pero sin pausa. En muchas ocasiones -antes se ha dicho- hemos manifestado nuestra posición respecto al modelo de seguridad.
Debe ser un modelo de seguridad público -parece mentira, pero hay que decirlo-, un modelo de seguridad con una estructura descentralizada -tenemos un debate sobre si federal o no federal; antes lo hemos hablado con el señor ministro-; y un modelo de seguridad civil. Nosotros hubiéramos sido partidarios de la desmilitarización total de la Guardia Civil, otros grupos de esta Cámara no quisieron y, al final, nos hemos quedado con un híbrido: no somos ni una cosa ni la otra. Tenemos ahí una ambigüedad que nos trae situaciones como esta: reconocemos los derechos constitucionales de las fuerzas de seguridad pero luego ponemos peros -y algunos nos aprovechamos incluso de los peros-, cuando antes hemos puesto el veto. Deberíamos reconsiderarlo, aunque quizá no ahora sino en otro momento. En todo caso, estamos donde estamos. También queremos manifestar que a lo largo de la legislatura pasada se ampliaron plantillas, se mejoraron las retribuciones y se avanzó de forma muy importante, aunque no tanto como hubiéramos querido, en la modernización de las fuerzas de seguridad, tanto desde el punto de vista legal como desde el punto de vista de sus recursos. Tenía un profesor de salud pública, a la sazón profesor de filosofía y de metodología de la ciencia, que decía en relación con la demanda hospitalaria: Desengáñate, la demanda hospitalaria será siempre creciente, si no exponencial. Pues, desengáñese, señor ministro, va a haber un incremento de demanda, de necesidades creciente. Y si a ese incremento de demanda creciente se suma una situación de desigualdad entre diversas policías que hacen el mismo trabajo con distinto salario, esa demanda será más fuerte todavía. Y si a ello le sumamos compromisos políticos y electorales en este sentido, no solo tendrán el acicate de la realidad sino también el acicate de los compromisos políticos y parlamentarios. Creo que ante eso estamos. Por tanto, reconociendo los avances que se han producido, estamos ante la necesidad de seguir avanzando en esta materia, no planteándonoslo únicamente en relación al resto del sistema policial sino respecto, por ejemplo, a las policías de las comunidades autónomas también. Pero hablando de todo, resulta llamativo que se reclame ahora esta perspectiva de a igual trabajo igual salario, que es muy del ámbito al que pertenecemos, cuando no ha habido mayor ataque a ese criterio que la privatización de los servicios públicos, donde dos profesionales haciendo lo mismo uno gana la mitad respecto del otro. Nosotros estamos en contra de esa discriminación que pueden sentir policías y guardias civiles y consideramos que hay que superarla. Es verdad que en esta materia sobran las amenazas y las represalias, que nos preocupan porque demuestran que todavía no hay una concepción en ese híbrido que hemos creado de derechos protegidos y garantizados, y también que falta cumplimiento por parte del propio Ministerio del Interior. Que estemos a estas alturas todavía con el Consejo de la Guardia Civil pendiente demuestra que faltan marcos de diálogo, negociación y acuerdo que teníamos que tener. En ese sentido, instamos al Gobierno a que, por una parte, baje el diapasón con respecto a la presión y las sanciones y, por otro lado, acelere la creación de marcos de negociación colectiva y de diálogo para superar estas dificultades y estos problemas. FIN
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(Termina el señor Llamazares.)
Se podía regular -se lo digo al ministro del Interior- la excepción de las misiones militares de la Guardia Civil, todavía no reguladas, y se podía dar marcha atrás con respecto a la regulación vía presupuestos, en nuestra opinión inconstitucional, por tanto, de las pensiones por incapacidad. Nosotros creemos que eso ha sido una pasada, no sabemos de quién ni en qué ámbito, pero no se sostiene. Por tanto, lo mejor será hacerlo cuanto antes, porque en nuestra opinión lo que está creando es un gran malestar para nada. Si se quiere hacer, se hace en su marco lógico y adecuado, que es el Pacto de Toledo y que son las iniciativas singulares desde el punto de vista legal. Esas son las opiniones de mi grupo parlamentario y querríamos que fueran escuchadas y atendidas desde el Ministerio del Interior: normalidad con respecto al derecho de manifestación que asiste a las fuerzas de seguridad y preocupación con respecto a estas dificultades para avanzar en el diálogo y en la negociación para una mejora de condiciones que se ha producido y que debe seguir produciéndose en la seguridad del Estado.
La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor Olabarría.
El señor OLABARRÍA MUÑOZ: Con suma brevedad, señora presidenta. A estas alturas de la mañana y por razones de fatiga no soy capaz ya de comprender algunos de los silogismos que nos ha planteado el señor Cosidó. No sé si al final les lleva a la fatal conclusión de que tiene que dimitir el director de la Guardia Civil o alternativamente no he entendido muy bien si tienen que incoarse expedientes disciplinarios a no sé qué guardias civiles. Profundizar en estos niveles de abstracción filosófica es mucho para la hora en que nos encontramos, pero sí estoy en condiciones de decirle al señor Cosidó dos cosas. Primero, que no domina bien las técnicas de la configuración de policías autonómicas nuevas, ex novo, y la fórmula del repliegue y el despliegue, en tanto en cuanto vincula a los presupuestos del Ministerio del Interior la creación de una policía nueva que se va desplegando de forma paralela o proporcional al repliegue de la otra y que se carga a los presupuestos del Gobierno autonómico correspondiente. En cuanto a la prejubilación de la Ertzaintza, tampoco parece comprender que en materia de Seguridad Social estamos ante una competencia del Estado y, por tanto, si hay periodos de carencia no cubiertos para llegar a una situación de equiparación con relación a la edad de jubilación, de lo cual usted -y me agrada- se felicita, alguien tiene que aportar, en esos periodos que no constituyen situaciones asimiladas al alta -utilizando una terminología en la que yo me muevo con más comodidad- de la Seguridad Social, las cantidades necesarias para cubrir esos periodos de carencia no cubiertos por mor de la legislación previgente.
Explicado esto, que creo que es perfectamente comprensible, yo sigo sin comprender, como el señor Llamazares, qué arcanos permiten mantener a un cuerpo policial con una naturaleza militar, a pesar de que su denominación paradójicamente es Guardia Civil. No vamos a discutir sobre esto porque llevamos más de veinte años haciéndolo, ya es un problema absolutamente esotérico, pero está en el fondo de los problemas que subyacen: hasta qué punto la Ley de Derechos y Deberes que acabamos de aprobar en la anterior legislatura permite que se incardine un derecho fundamental constitucional como es el derecho a la manifestación pacífica y sin armas. Sin ninguna duda, un derecho fundamental de estas características tiene que tener acogida necesariamente en una ley reguladora de los derechos y deberes de la Guardia Civil en tanto en cuanto no se llegue a la desmilitarización, pero no se puede remover lo que se denomina en la jurisprudencia constitucional el contenido esencial de un derecho fundamental en tanto en cuanto se atribuyen derechos y deberes colaterales y conectados con éste, como el de asociación, negociación colectiva, etcétera. Creo que no estaríamos en condiciones de que usted me refute en estos momentos esta reflexión jurisprudencial porque sabe que tengo razón. Desde esa perspectiva me parece que no es razonable si ha habido coacciones o conminaciones que considero repudiables, y lo que no me parece pertinente en absoluto es que de esta manifestación dimanen expedientes disciplinarios por ejercer un derecho que se puede incardinar perfectamente en el contenido material de la Ley de Derechos y Deberes de la Guardia Civil.
Dicho esto, comparto algunas opiniones de lo que aquí se ha comentado hasta este momento. Usted dice -no creo que lo utilice como coartada- que todavía la interlocución en el seno de la Guardia Civil, en tanto en cuanto no ha habido elecciones, no está identificada.
FIN
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(Termina el señor Olabarría)
Usted ya sabe perfectamente quienes son los interlocutores de la Guardia Civil porque con estos mismos interlocutores hemos negociado precisamente la ley que regula sus derechos y deberes, y usted sabe que hay un sindicato abrumadoramente mayoritario o una asociación -utilicemos la locución que quiera- y otros. Esto se podrá protocolizar de forma jurídicamente correcta cuando haya elecciones, pero interlocutores no le faltan. No utilice como coartada para no negociar que no se hayan producido estas negociaciones. Yo comparto absolutamente su opinión sobre que la referencia conceptual y presupuestaria que usted puede utilizar es solo la relativa a los funcionarios del Estado porque lo contrario supondría una penetración en competencias autonómicas que no solo a usted no le competen -valga la redundancia- sino que provocaría incluso vicios de constitucionalidad. Usted puede hacer lo que corresponde al ámbito de sus competencias o de las competencias del Gobierno al que usted pertenece -dado el carácter colegiado de este Gobierno y su presidente-; competencias vinculadas al Estado en su conjunto. Y en el ámbito retributivo, si tenemos que tener referencias de alguna naturaleza, las retribuciones de los funcionarios también tienen que ser las de los funcionarios del Estado, no otras que pertenecen con carácter exclusivo a las comunidades autónomas. Desde esa perspectiva esto es indudable. Que hay discriminaciones -evidentemente partimos de una raíz en donde las retribuciones eran manifiestamente insuficiente, eran casi vergonzantes en relación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, particularmente la Guardia Civil-, es verdad. Me agrada que ustedes se hayan comprometido a hacer un esfuerzo presupuestario que usted ha glosado hoy para mejorar y corregir estos déficits históricos, por los cuales yo tampoco he visto una particular sensibilidad en el Partido Popular cuando gobernó ni en otros partidos cuando han gobernado en el Estado español. Es que, claro, el déficit histórico dimana desde hace muchos años, señor ministro. Quizás usted tenga razón cuando ha dicho que en la anterior legislatura es cuando se ha hecho el mayor esfuerzo presupuestario.
Solo le voy a hacer una petición a modo de finalización. No acudamos a los expedientes disciplinarios. Si se quiere regenerar la interlocución me parece la peor medida. Si es verdad, como usted ha comentado, que ustedes siguen sentados en las mesas de negociación, haga todo lo que pueda para que los otros interlocutores se sienten también a esas mesas de negociación. Es la única manera de resolver razonablemente conflictos de esta naturaleza y unas reflexiones que a mí me preocupan cuando se auguran nuevas manifestaciones o actos de naturaleza que no parecen pertinentes cuando lo que se está intentando en esta Comisión, por lo menos desde mi grupo parlamentario, es restablecer la negociación.
La señora PRESIDENTA: Señora Pigem, ¿quiere intervenir? (Pausa.) Tiene la palabra.
La señora PIGEM I PALMÉS: Señor ministro, queríamos trasladarle la preocupación que tenemos acerca de la percepción sobre el distanciamiento y malestar que hay en este momento entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Policía y Guardia Civil, y el Ministerio del Interior. La verdad es que nos preocupa. Usted nos ha dado una serie de explicaciones que consideramos muy razonables acerca de todos los esfuerzos que especialmente en el ámbito salarial se han hecho en la última legislatura y los que también se pretenden hacer en esta. Coincido con usted en que los avances han sido importantes pero tendrá que convenir conmigo en que no son suficientes, porque si no, no se entiende cuál es la posición por parte de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Y digo que no se entiende porque preparando esta comparecencia cayó en mis manos una noticia de Europa Press del día 12 de abril -poco después de que ganaran ustedes de nuevo las elecciones- que hablaba de que los sindicatos policiales alababan el carácter dialogante de Rubalcaba y hacían referencia al proceso de diálogo que esperaban abrir de inmediato para las reivindicaciones laborales. Lo que ha pasado entre el 12 de abril y el la fecha actual ha sido algo que ha deteriorado profundamente este proceso de diálogo. Creo que ustedes no solo deben estar sentados a la mesa esperando a que vengan sino que deben recrear este marco de diálogo porque todo lo demás no conduce a ningún sitio.
Con respecto a la Guardia Civil, creo que usted ha situado perfectamente el tema circunscribiéndolo al nuevo estatuto jurídico de la Guardia Civil, a la ley de derechos y deberes y al régimen disciplinario. Por parte de la Guardia Civil lo que está aflorando es que está pendiente de adaptación el paso de esta lógica absolutamente militar a una lógica de un país democrático del siglo XXI. Comparto las palabras de los portavoces que me han precedido acerca de esta lógica militar en un cuerpo que, como muy graciosamente ha subrayado el señor Olabarría, se llama Guardia Civil. Creo que se está pendiente de que estos derechos y deberes afloren y se materialicen con más plenitud de lo que se está haciendo en cuanto a la función pública, en cuanto a los derechos sociales y laborales y en cuanto a los derechos puramente democráticos.
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(Termina la señora Pigem)
Desde este punto de vista se pone encima de la mesa el retraso de las elecciones al consejo de la Guardia Civil que, por cierto, usted lo ha cifrado en que el Consejo de Estado no ha emitido el correspondiente dictamen, que no es vinculante, hay precedentes, hay veces que no se ha esperado a que se emitiera, es decir, cando pasa un paso razonable. Esto es absolutamente imprescindible que se haga porque hay unos plazos que vienen marcados en la propia ley. Se tenía que haber convocado antes del 11 de agosto pasado y se tenía que celebrar antes del próximo 11 de noviembre. Creo que este tema no puede esperar.
Tampoco puede quedar pendiente de adaptación el tema de la posibilidad de participar en una manifestación sin uniforme y sin portar armas. Creo que así lo entendían, por lo que se desprendía, a sensu contrario, dei artículo 8.3 de la propia Ley de derechos y deberes. Comparto también la opinión, si ha habido presiones, coacciones advertencias, etcétera de apertura de expedientes, de que esta no es la mejor manera para quitar hierro a este asunto y poderlo encauzar hacia el marco en donde se tendría que encauzar.
Yo quiero añadir una cosa más que son los celos que produce a mi formación política el acuerdo que el Gobierno del Estado ha alcanzado con el Gobierno vasco en cuanto a financiar por parte del Gobierno del Estado la financiación adicional que se requiere para poder adelantar la jubilación de la policía integral del País Vasco a los 60 años que, por otra parte, es una medida que se considera necesaria para la calidad del servicio y que es un acuerdo del que me felicito. Creo que el Gobierno de mi país, de Cataluña, no ha estado lo suficientemente diligente, hábil, o el calificativo que usted le quiera poner, pero desde mi formación política creemos que este acuerdo debiera hacerse extensivo, por lo menos a los mossos, porque la reivindicación es exactamente la misma y la necesidad de que haya esta prejubilación es también la misma. Usted podría decirme que ponga los recursos el Gobierno de Cataluña, pero usted sabe perfectamente que estos recursos no se pueden poner, entre otras cosas, porque el acuerdo de financiación, que tenía que haber estado cerrado también antes del pasado mes de agosto, está todavía pendiente de cerrarse.
Por último, quiero hacer referencia al tema de la modificación encubierta del real decreto que regula el tema de las pensiones de las incapacidades de las clases pasivas. Esto se ha introducido por la puerta de atrás en los Presupuestos Generales del Estado y desde mi formación política creemos que de este tema se debe hablar. Pero se debe hablar en el marco correspondiente que sería en una modificación del real decreto que
actualmente la regula. Por esto, hemos presentado una enmienda de supresión y me gustaría poder llegar en este punto a alcanzar un acuerdo con el Gobierno para hablar de este tema en el marco adecuado.
La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra por el Grupo Socialista el señor Hernando.
El señor HERNANDO VERA: Gracias, señor ministro, por acudir a esta comparecencia a tan solo nueve días después de haberse producido esa manifestación en Madrid de la que en gran parte traen causa algunas de las intervenciones en esta misma comparecencia.
El ministro nos ha presentado unos datos objetivos respecto a cuáles son las circunstancias salariales, laborales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en concreto de la Policía y de la Guardia Civil, aparte de hacer un recorrido por algunos otros elementos relacionados con unas condiciones de trabajo o la representación de la Guardia Civil, de las asociaciones de la Guardia Civil, la Ley de régimen disciplinario de la Policía o el catálogo de puestos de trabajo del Cuerpo Nacional de Policía.
El problema, a mi entender, es que llama mucho la atención que haya habido una manifestación de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado hace tan solo nueve días en Madrid y se nos ha traído a colación algunos titulares de periódicos con distintas manifestaciones respecto a este hecho. Se nos podían haber leído otros muchos, yo tengo aquí algunos, que dicen: Cinco mil policías nacionales protestan por el
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plus de productividad y colapsan la Castellana, desconvocada una pitada en un acto de la Policía para no ofender al Rey, movilizaciones de miles de policías se manifiestan para pedir diálogo al Gobierno, policías denuncian en Madrid insostenible situación laboral, miles de policías se manifiestan en Madrid para pedir más medios y una subida de sueldo, miles de policías reclaman más medios para afrontar la inseguridad ciudadana, los sindicatos de la Policía Nacional apoyan la huelga, sindicatos creen insuficiente la propuesta de subida salarial del Ministerio del Interior o incluso las declaraciones de un dirigente de una formación sindical de la Policía diciendo que la Policía está peor que en 1996.
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(Continúa el señor Hernando Vera)
Nos podían haber leído todas estas cosas. No nos las han leído porque son titulares de periódicos, en un caso del ABC del año 1999, en otro caso de El País de septiembre de 1999, en otro caso de marzo de 2000, en otro caso de mayo de 2002, en otro caso de La Razón del 26 de mayo de 2002, la huelga general de 28 de mayo de 2002 que apoyan los sindicatos de la policía; es decir, ni esta es la primera ni, seguramente, será la última manifestación de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Cuando uno tiene unos objetivos y unas expectativas de subida salarial que están en el 20 por ciento -según han dicho algunas organizaciones sindicales de la policía- y se les está ofreciendo lo que se puede ofrecer dentro de las limitaciones presupuestarias, razonablemente salen a la calle en el ejercicio de sus derechos. Por tanto, no nos escandalicemos por esto. Tampoco nos escandalicemos ante determinadas circunstancias en relación con el Consejo de la policía. El señor Rajoy fue denunciado ante el Tribunal Supremo por distintos sindicatos de policía acusándole de prevaricación administrativa y vulneración de derechos sindicales, por no convocar al Consejo de la policía. Es un dato, simplemente tengámoslo en cuenta.
El esfuerzo presupuestario que se ha hecho en los últimos años es un esfuerzo importante. ¿Se puede hacer un más esfuerzo? Pues el ministro ya ha dicho que, efectivamente, se va a intentar hacer más esfuerzo. Lo que hay que ser es un poco coherente. Decía el señor Cosidó: Nosotros hemos presentado una serie de enmiendas para subir el salario de los policías y guardias civiles. Pero tengo aquí un teletipo de ayer mismo con unas declaraciones del señor Montoro, portavoz de Economía y Presupuestos del Grupo Parlamentario Popular, en las que dice: El PP propone reducir en 2.100 millones de euros el gasto público previsto en los presupuestos del Gobierno. En concreto, quiere ahorrar en gasto de personal. El Partido Popular propone con sus enmiendas al articulado de los Presupuestos Generales del Estado reducir 2.100 millones de euros del gasto público previsto en el proyecto del Gobierno, lo que supone un aumento del 1,4 por ciento respecto a 2008, frente al 2,8 por ciento de incremento que recogen las cuentas de este Ejecutivo. ¿Y cómo se hace eso? Cómo se ahorra en gastos de personal, pagando más a los guardias civiles y aumentando solamente un 1,4 por ciento el presupuesto frente al 2,8 por ciento que propone el Gobierno. Solo hay una forma de hacerlo. Yo la he averiguado. Es sencillo: no aumentando los policías y los guardias civiles; es decir, si usted no aumenta policías y guardias civiles entonces lo que hay sí da para pagar más al resto. Pero en ese tema, señor Cosidó, no nos vamos a poner de acuerdo. Porque nosotros creemos que sigue siendo importante que haya más policías y más guardias civiles. Por eso la tasa de reposición respecto a estos cuerpos es del cien por cien.
Guardia Civil, pasando al segundo capítulo y muy brevemente. Me alegra muchísimo que todos los grupos, incluido el que no votó estas leyes, ahora reivindiquen -por supuesto, los que las votaron me parece lógico- la aplicación de las mismas. Es extraordinario. ¿Y por qué digo que es extraordinario? Porque a estas leyes desde un determinado grupo se les acusó de auténticas barbaridades. Lo que no se puede hacer es estar jaleando la pancarta y contra la pancarta, contra la ley que regula la infracción y denunciando la infracción, contra la manifestación y a favor de la manifestación. Es muy difícil hacer todo eso y, sobre todo, plantear determinadas disyuntivas. Usted dice: Si sancionan, están saltándose la ley, entonces tiene que dimitir el director general. Y si no sancionan, entonces está perdiendo autoridad y tiene que dimitir. Dimisión o dimisión.
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(Termina el señor Hernando)
Esto me recuerda aquello de: si ponen bombas, habrá fracasado y se tiene que ir y, si no las ponen, habrá cedido y se tiene que ir. Esa es la disyuntiva que ustedes están proponiendo.
A mí me parece que estamos en un proceso de desarrollo de ambas leyes, de la Ley de derechos y libertades y de la Ley de régimen disciplinario, especialmente de la primera, pero lo que me llama poderosamente la atención es que algunos ahora con tantísimo entusiasmo hablen de las asociaciones de la Guardia Civil cuando a este modelo le llamaron un modelo colectivista de izquierdas. Senado, 26 de septiembre del año 2007, señor Cosidó: En el proyecto de ley impulsado por el Gobierno se da un marcado énfasis al derecho colectivo de asociación de los guardias civiles, orientación propia de una concepción colectivista y de izquierdas como la que representa el Gobierno. Encantados de que esta visión colectivista y de izquierdas sea ahora una visión que a usted le produzca entusiasmo y que defienda con tantísimo frenesí a las asociaciones de la Guardia Civil, nosotros lo hemos hecho siempre. En fin, la ley habrá que aplicarla, en el sentido que sea pero habrá que aplicarla; la ley habrá que desarrollarla, está bien que se desarrolle, que se creen esos cauces de participación y por ahora lo que sabemos es que esas asociaciones, y concretamente esa asociación mayoritaria de la Guardia Civil a la que aquí se ha hecho referencia se ha sentado con el ministro del Interior después de esa manifestación y está satisfecha por el desarrollo de la ley. A partir de aquí, seamos simplemente coherentes con los planteamientos generales que hacemos y veamos también los límites presupuestarios que tenemos y los límites presupuestarios que algunos se autoimponen, como es el acaso del Partido Popular. (Aplausos.)
La señora PRESIDENTA: Terminado el turno de los grupos parlamentarios, tiene de nuevo la palabra el ministro para un turno de réplica.
El señor MINISTRO DEL INTERIOR (Pérez Rubalcaba): Seré breve, en parte porque el debate que hemos hecho aquí lo hicimos parcialmente el día 27 de mayo cuando tuve la ocasión de comparecer en esta Comisión para hablar del programa del Gobierno para los cuatro años. En aquel momento ya tuvimos ocasión de discutir -fue largo- sobre la homologación, la equiparación y creo que expuse con toda claridad mi posición al respecto y ahora la voy a recordar, aunque no dejo de pensar en lo que decía el señor Llamazares que reconozco que tiene un punto de razón y es que es verdad que aquí hay un desequilibrio muy complicado. En todo caso, manifestaré mi posición una vez más. Lo haré al hilo de la contestación al señor Cosidó, que lo ha planteado el primero, aunque todos han hablado directa o indirectamente de este asunto. Recordaba mi compañero de grupo parlamentario y hoy portavoz en esta Comisión una serie de titulares sobre las manifestaciones. Yo tengo también hemeroteca, se puede imaginar que en el ministerio hay de todo, y por pasos, pero no es cuestión de revolver porque entiendo que tampoco es el momento. Tengo datos de lo que subieron las retribuciones en los ocho años de gobierno del Partido Popular, un 31,8 por ciento -nosotros en cuatro años un 25,2- y uno siempre piensa que si el PP hubiera tenido esta súbita conversión hacia los procesos homologatorios en ocho años, igual resulta que estábamos mucho mejor, pero no la tuvo. En fin, entiendo que a veces las cosas son así y tampoco quiero entrar en ese debate; pero es así, los datos son los que son y usted los conoce perfectamente.
Dos o tres reflexiones de fondo. Una primera sobre el tema de la homologación ya la hice aquí. Fíjese, sé que es imbatible desde el punto de vista mediático salir y decir: quiero ganar lo mismo que un mosso d’esquadra; es imbatible y no hay quien diga a priori que no a esa reivindicación y mucho más los que venimos del igual salario igual trabajo. Yo fui representante sindical debajo de esa pancarta y me senté con el Ministerio de Educación en muchas ocasiones reclamando ganar lo mismo que ganaba el resto de los doctores de mi departamento. El problema de fondo es doble. El Gobierno ha reconocido que había que mejorar las retribuciones de los policías y guardias civiles. Lo reconocía la señora Díez y es verdad, lo hemos hecho y lo hemos hecho de forma importante si lo comparamos con el resto de los funcionarios. Estamos hablando de 10,52 puntos.
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(Continúa el señor ministro del Interior.)
Me gustaría que ustedes examinaran algún sector de la actividad pública o privada donde haya habido una subida en cuatro años como la que hemos hecho en policías y guardias civiles, uno solo; subidas del 5, del 6 por ciento, no existen durante cuatro años continuadas. A pesar de ello yo dije en esta Comisión, y lo reitero una vez más aquí, que queremos seguir mejorando las retribuciones, queremos seguir haciéndolo en el marco presupuestario que tenemos que es angosto, pero queremos seguir haciéndolo. Otra cosa distinta es el criterio que se utilice, y repito que este eslogan es así y una vez más me remito a mi racionalismo, al que antes he hecho referencia en la anterior comparecencia, para explicar lo que pasa, lo que pasa, como en una aporía de Aquiles y la tortuga, es muy sencillo de entender: nosotros subimos 10,52 puntos las retribuciones, los Mossos d'Esquadra salieron a la calle para reivindicar lo mismo y el consejero Saura subió las retribuciones, y lo que estaba más homologado se volvió a deshomologar, esa es la historia. En resumen, como no depende del Gobierno de la nación lo que hagan las comunidades autónomas ni las policías locales -ojo, alguna de las cuales, por cierto, tiene retribuciones muy superiores a la Policía vasca y a la Policía catalana-, no podemos prometer eso.
Más allá de las expresiones a las que se refería el señor Cosidó, yo he sido clarísimo en esta Comisión y además lo fui desde el primer día que tomé posesión, pero es que en el último debate del 27 de mayo estuve bastante tiempo hablando de esto y dije que sabía que no me iba a hacer popular, que probablemente es muy difícil de explicar a cualquier ciudadano, como señalaba acertadamente el señor Llamazares, lo que estoy diciendo, pero es la verdad y ustedes saben que es la verdad, y en esta Comisión tenemos que trabajar con esos parámetros, salvo que queramos dedicarnos a otra cosa o hacer juegos de artificio y engañar a la gente, entre otras, a los policías y a los guardias civiles, y ese es el problema. Nosotros podemos mejorar pero no podemos decirle al señor Saura y al señor Balza, a los Gobiernos catalán y vasco, que se esperen a que lleguemos, no se lo podemos decir. En todo caso seamos realistas, no lo van a hacer, entre otras cosas, porque al hilo de nuestra mejora tendrán reivindicaciones de mejora y los gobiernos aguantan lo que aguantan, y además este proceso no tiene fin, no solo por la aporía de Aquiles y la tortuga, sino porque siempre habrá alguien con quien homologarse. Ya les dije a los sindicatos de policías esto que estoy diciendo aquí, en mi despacho bilateralmente y en el consejo de la policía multilateralmente, lo he dicho públicamente y repito, sé que es muy difícil de defender, muy difícil, pero es así, y el día que nos homologáramos con Mossos y con ertzainas, ese día siempre tendríamos la policía local de Madrid, que ya aviso que es la que más gana, bueno, no es la que más gana, pero gana mucho; un día le dije a su compañero en el Senado, el señor Peral que yo no iba a decirle al señor Gallardón lo que tiene que hacer con los sueldos, entre otras cosas, porque constitucionalmente no puedo, y si yo mañana subo y él tiene una reivindicación y tiene algo de dinero igual sube y ya estaríamos otra vez deshomologados. Ese es el problema de fondo que entiendo que hace que todo esto sea, como decía el señor Llamazares, inestable, y que haya que manejarlo con una cierta racionalidad, pero este criterio es así, eso lo dije aquí y se lo dije a los sindicatos de policías, y repito que soy consciente de que es muy difícil de explicar ante la opinión pública, muy difícil, que el eslogan de: queremos ganar lo mismo que los Mossos d'Esquadra es imbatible, pero esconde una realidad sindicalmente muy difícil de manejar para un Gobierno que sea responsable, y yo, mientras esté al frente del Ministerio del Interior, créanme, lo voy a ser y lo voy a decir con la claridad con la que lo estoy diciendo.
Dicho esto, ¿queremos mejorar las retribuciones? Queremos seguir haciéndolo. ¿Hemos hecho un esfuerzo importante? Muy importante. He recalcado que todavía no ha acabado, en 2008 estamos pagando parte de la nómina; este mes, en noviembre y en diciembre, todavía pagaremos la nómina mejorada del acuerdo de 2005, pero es que en 2009 van a subir las nóminas de los policías, menos es verdad, en algunos casos en Madrid ciudad, como he expresado, más. Por tanto, hay un acuerdo retributivo en 2009 que nos va a costar 35 millones de euros y algo más, he puesto la cifra mínima. Por tanto, también en 2009 habrá un esfuerzo, y además de eso, como dije en la Comisión, estábamos dispuestos a hablar de un esfuerzo adicional en un marco presupuestario y con unas limitaciones y no engañando a nadie, salvo que estas Cámaras decidan hacer una ley de sueldos de la policía y hagamos una ley básica que obligue a todas las policías del Estado, a las locales y a las autonómicas, pero ustedes, señores diputados, conocen mejor que nadie -y es por eso por lo que creo que aquí se puede entender mi argumento- que eso es inconstitucional, para los maestros, para los policías, para los sanitarios y para el resto de los funcionarios. Ese es el dilema, y a partir de ahí que quede claro que vamos a seguir discutiendo de retribuciones. Primer tema, por tanto, homologación, esta es la circunstancia.
Desmilitarización, señor Cosidó. Usted sabe mi posición porque también la he dicho aquí con toda claridad. Yo no creo que la Guardia Civil deba desmilitarizarse, y como no lo creo, he propuesto al Gobierno la aprobación de una ley que ha aprobado el Parlamento manteniendo el carácter militar de la Guardia Civil.
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(Continúa el señor ministro)
Pero al mismo tiempo, como tuve ocasión de decir en mi primera comparecencia aquí como ministro del Interior y en el Senado, en el que estaba usted de portavoz, sí creo y creía que había que cambiar algunas cosas en la Guardia Civil -cambios muy profundos, por cierto-, algunas cosas del régimen disciplinario, por ejemplo, el arresto, que no tenía ningún sentido, así como algunas otras cosas que dieran derechos a un cuerpo que, entre otras cosas, hace tareas de seguridad ciudadana. He dicho -y creo que lo intentamos- que había que encontrar un equilibrio entre esa voluntad del Gobierno, y mía especialmente porque soy ministro del Interior, no por otra razón, de mantener el carácter militar de la Guardia Civil y concederles derechos, que efectivamente son derechos de ciudadanía y porque no tenía sentido que, en el siglo XXI, un cuerpo que dedica su tarea sobre todo a la seguridad ciudadana no los tuviera. Este es un cambio radical. Por eso, créanme si les digo que esto no deja de sorprenderme. Había que haber convocado en noviembre las elecciones; lo vamos a hacer en enero. Son dos meses de retraso, pero en un cuerpo que lleva más de 150 años sin hacer elecciones. (El señor Cosidó Gutiérrez pronuncia palabras que no se perciben.) No, de las buenas no, las buenas son estas. No me diga usted que lo suyo era bueno, porque no se presentó nadie. (El señor Cosidó Gutiérrez: El 50 por ciento en las mías.) Las buenas son estas, que son las primeras, y así se ha reconocido por las asociaciones. No deja de sorprenderme todo esto. Lo entiendo, porque entiendo todo, y entiendo que las asociaciones protesten porque hay dos meses de retraso, lo entiendo, pero convendrán conmigo que no parece para tanto, en un cuerpo que lleva 150 años esperando a hacer unas elecciones, esperar dos meses más o dos meses menos, cuando además todo el mundo sabe que el decreto está en el Consejo de Estado. Por cierto, que no es imputable, porque está en plazo el Consejo de Estado, y hay que respetarlo porque, en este caso, es obligatorio el trámite del Consejo de Estado, porque es desarrollo de una ley orgánica. Por tanto, hay que esperar, pero estamos hablando de noviembre o enero. Ojalá fuera noviembre, pero va a ser en enero, y cuando uno mira la historia de la Guardia Civil se pregunta: ¿Realmente hay para tanto? ¿O no será que realmente es que vamos a hacer elecciones? Hay lo dejo, porque no quiero llevarme mal con nadie, ni tan siquiera con el señor Cosidó. (Risas.)
Consecuentemente con este carácter militar, señor Olabarría, esta Cámara restringió algunos derechos a quien forma parte de la Guardia Civil, como sucede en el Ejército, por ejemplo, algunos derechos de opción política, de manifestación política, y de manifestación sindical. Esta así en la ley que hemos aprobado, y esta, y me podrán decir ustedes cualquier cosa, sí que es una manifestación sindical porque, si los sindicatos tienen algo constitutivo, es negociar sus retribuciones. Por tanto, esta es sindical en estado puro, si me permiten la expresión, que un químico viene como anillo al dedo. Yo entiendo, y no solo yo, porque la Abogacía del Estado y el Ministerio del Interior entienden que hay una restricción de algunos derechos de los guardias civiles que nacen del inequívoco carácter militar que la ley les otorga, y que yo defiendo y defenderé, entre otros, este. Corresponde al Gobierno y al ministerio recordar que esas limitaciones existen, y a las asociaciones cumplir la ley. Si una asociación no cumple la ley, el Gobierno y el ministerio tienen que aplicarla. Lo he dicho ya en mi primera intervención. Hay que tener la misma determinación en aplicar la ley para que tengan todos los derechos que este Parlamento ha querido reconocerles y en aplicar los deberes, y luego ya haremos todo con inteligencia. No haré eso que el señor Cosidó parece que me proponía, que es identificar a los 3.000 guardias civiles que se manifestaron con uniforme y abrir 3.000 expedientes. No, señor Cosidó, no he me vuelto loco, ni yo ni nadie, ni usted, que esto desde luego no se lo cree. Esa es la situación. La Guardia Civil tiene sus instrumentos, tiene sus mecanismos disciplinarios, harán sus informes y corresponde a la Guardia Civil tomar sus decisiones, pero el Gobierno tiene la obligación de aplicar la ley en todos los sentidos y lo vamos a hacer con la prudencia y la mesura que nos caracteriza, teniendo en cuenta, como bien decía la señora Pigem, que estamos en un período de transición de una Guardia Civil que tenía unas connotaciones muy claras a otra que, porque este Parlamento lo ha querido, es de una forma distinta. Esto lo vamos a hacer con inteligencia y espero que con el acuerdo de las asociaciones, que hay que esperar que se formalicen, que se decidan y se voten, entre otras cosas, porque las escalas de oficiales no tienen todavía asociaciones.
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(Continúa el ministro del Interior.)
No sería razonable comenzar una discusión con la Guardia Civil que olvide a los mandos. No es razonable. Hay que discutir con todas las escalas. Con todas. Con las de abajo y con las de arriba.
Vamos a algunas cosas puntuales, como se dice ahora, y luego a algo más general. Señor Cosidó, usted ha dicho una frase que he apuntado literalmente: El director general les dijo a los sindicatos, aquí no se habla de retribuciones. Falso. Yo he contado esa reunión. Lo que le dijo el director general es: Hablaremos de retribuciones cuando tengamos el marco presupuestario, lo cual imagino que todos ustedes considerarán sensato porque el Gobierno y el Ministerio de Interior tienen un marco presupuestario. Pero, insisto una vez más, el acuerdo de 2008 dura hasta el 31 de diciembre y hay un acuerdo sobre catálogo de puestos de trabajo que aplica a 2008 y a 2009. Entiendo que los sindicatos quieran discutir en mayo o junio. Lo entiendo. Pero entiendan ustedes que el Gobierno diga: esperemos a discutir el marco presupuestario, a ver cómo lo tenemos y en ese marco vamos a discutir de unas retribuciones que se irán aplicando como podamos. Supongo que entenderán que el ministerio no puede negociar sin saber exactamente cuánto se van a modificar, por ejemplo, las retribuciones del conjunto de los funcionarios y, por tanto, cuál es el marco en el que nos movemos. Pero no era no hablar nunca de retribuciones, no. Era no hablar hasta que