Author: ADMINISTRADOR » Lun 09 May, 2011 16:33
Los suboficiales somos guardias civiles de segunda categoría
La Dirección General convoca una reunión en Madrid para debatir sobre el Comandante de Puesto con graves incumplimientos de la OG 4/2010 sin resolver sobre la mesa
El pasado día 1 de noviembre de 2010 el Director General de la Guardia Civil, en teoría el máximo poder dentro de la jerarquía Benemérita, dictó una orden por escrito denominada “normas sobre jornada y horario de servicio del personal del Cuerpo de la Guardia Civil” y por la importancia que la misma tiene al emanar del más alto poder dentro de la estructura militar del Cuerpo se le da el número 4 del año 2010. Dada la generalidad de la norma dentro de la Institución se publica en el Boletín Oficial de la Guardia Civil nº 37 de 21 de septiembre, página 11168 para más señas.
Parece evidente que la pretensión de dirigir la actuación de los sujetos en el ámbito de las relaciones de cualquier tipo, dentro de una Organización o Institución Jerárquica en este caso, es una de las características que definen la existencia de cualquier norma jurídica.
A nadie se le escapa que la realización práctica de esa función orientadora, como técnica de organización y funcionamiento interno, es sencilla en una Organización Militar como es la Guardia Civil, siempre caracterizada por un cumplimiento estricto de las órdenes.
Pongamos un ejemplo de lo sencillo que es realizar de forma práctica la pretensión de dirigir la actuación de los sujetos que persiguen las normas jurídicas. La norma novena de la disposición normativa de carácter general dictada por el Director General de la Guardia Civil nº 4 del año 2010 dice que el descanso semanal debe durar cuarenta y ocho horas más la duración del último servicio. Si a algún comandante de puesto se le ocurre poner un descanso semanal de menor duración sólo nos queda llevarle una corona a su entierro profesional; correctivo y adiós productividad. Esta es la función coercitiva del Derecho. Amén.
Sin embargo, asistimos a continuos incumplimientos de la sección cuarta de la misma Orden General, la que define los principios que deben regir los servicios de los jefes de unidad. ¿No tiene carecer imperativo esta parte de la Orden?. ¿Por qué no se persigue a los que la incumplen?. ¿Cómo es posible que algunos oficiales comandantes de puesto vengan nombrando servicios rutinarios a sus jefes de área impunemente desde hace meses?.
Los suboficiales somos guardias civiles de segunda categoría.
No es ningún secreto que dentro de la Institución hay sentimientos diferentes que interpretan también de manera diferente la realidad que se nos presenta. Está el sector duro, ácido, intransigente, desmotivado. El sector que hace una interpretación sesgada de las normas y las aplica a la medida de sus pensamientos e intereses o, desde un punto de vista psicológico, a la medida de sus propias frustraciones. La parte rancia de la Institución que no quiere progresar y que en cualquier cambio ve un peligro, una amenaza. Incapaz de prever el futuro y anticiparse, modulándolo. Es una parte impulsiva, reaccionaria. Un sector que puede plantarse, organizarse y levantar la voz, interpretar la norma y decir que donde dice digo ellos entienden diego y nadie les para.
El próximo día 12 de mayo se ha preparado en La Dirección General de Madrid una pantomima a la que asistirán diversos comandantes de puesto de todos los empleos, uno por Zona, con el objetivo de hablar de las funciones y cometidos de los comandantes de puesto, de la conciliación de la vida laboral y familiar y de las posibles medidas para relanzar la figura de los comandantes de puesto.
En nuestra opinión, lo que realmente pretende la Dirección General es validar su propia estrategia mediante la convocatoria de personal que han designado los mismos jefes de comandancia, los mismos que mañana interpretarán la norma a la medida de sus pensamientos.
Los jefes de comandancia también asistirán a la reunión, pero en otro acto. La Dirección General quiere hacerles entender de una vez por todas que es lo que quiere para los comandantes de puesto. Esa es la versión oficial. Lo que en realidad van a hacer es pasar dos días en Madrid y después cada uno hará lo que quiera, sin que nadie les pare los pies. Asistirán impasibles a las ponencias de sus compañeros y en el descanso del café, en el corrillo del sector reaccionario se escuchará: “¿cómo es eso de que un sargento no salga de servicio?, en mi Comandancia se hace lo que yo diga”.
Y que pasa con los Capitanes Jefes de Compañía, los Oficiales Jefes de Unidad más cercanos a los puestos, en contacto directo con ellos. ¿Por qué permiten los servicios rutinarios de sus comandantes de puesto?. Y qué me dicen de los oficiales adjuntos que dan potenciales de servicio a los puestos en los que incluyen a los comandantes de puesto.
En la reunión de Madrid no se aportaran datos de los incumplimientos de la Orden General que afecta alrededor de un 25% de los comandantes de puesto, a nadie le pondrán la cara colorada en Madrid. Los datos son incómodos y la reunión pretende ser jovial. Pretende reiterar, volver a insistir. La reiteración de las órdenes debe ser un nuevo concepto de doctrina militar o quizás en este caso se este llevando a cabo aquello de que inculcará una disciplina basada en el convencimiento ...
Mientras no haya nadie capaz de hacer cumplir las normas huelgan las reuniones, mientras no haya alguien que realmente mande no hay nada que hacer y los comandantes de puesto dejaran de ser el sostén de la Guardia Civil porque muy pocos ya se creen las mentiras que propugnan los slogan motivadores. Lo único que nos sostiene hoy por hoy es la amenaza de la productividad.