Author: eclectico » Sab 27 Jun, 2009 07:00
Las elecciones al Consejo de la Guardia Civil fueron una victoria amarga para AUGC. Por un lado obtuvieron una apoyo mayoritario en la escala básica, aunque fue la que proporcionalmente mostró más indiferencia con el nuevo invento del Ministerio de Interior, tras la desaparición del Consejo asesor.
Pero el revés sufrido en las escalas de Oficiales y de Suboficiales, donde creían que podrían arrancar a un representante, simplemente con el apoyo de los suboficiales jóvenes que hubiesen olvidado dar de baja su cuota a AUGC, ha sido duro e inesperado.
Pero como organización bien desarrollada y con personal suficiente para poder desarrollar estrategias más elaboradas que la simple acción directa o puntual, AUGC está asfixiando al resto de las asociaciones, ya sean representativas o no, bien sea con la aparición en los medios de comunicación cuando se produce algún suceso, arrogándose la representatividad de los guardias civiles en su conjunto, sin distinción de escalas o empleos.
Esta idea ha calado en los representantes del Ministerio de Interior que los ve como interlocutores legítimos y únicos. La reunión de Rubalcaba con representantes de AUGC poco antes de las elecciones y ahora el Sr. Velázquez, que permanece desaparecido para todos, meAnos para esta asociación, con la que tiene tiempo para tomarse un cafetito.
¿Qué legitimidad tiene el Consejo, si el Ministro y el Director Genera, trata previamente los temas con una sola asociación?
AUGC aspira a copar dentro de cuatro años la totalidad de los vocales de la escala básica y obtener, al menos, uno en la nuestra. Si así fuese, teniendo un tercio de los vocales del Consejo, el resto de las asociaciones sería meras comparsas en la mesa de reuniones. ¿Acaso no lo son ya?
Si la libertad significa algo, será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere oír.