Author: massachussets » Dom 28 Sep, 2014 15:08
VIGILANCIA NATURAL
Tuve una aproximación a este concepto cuando al mismo tiempo lo hice a la criminología.
Nos pusieron un ejemplo para ilustrarlo:
Frente a una tendencia acusada por parte de algunas administraciones, para concentrar las diferentes oficinas y negociados dependientes de la misma en un sólo edificio y así racionalizar en gasto y alcanzar una pretendida eficacia para el administrado. En algún ayuntamiento, se puso en práctica algunos de los postulados que nacen de la teoría de prevención situacional del delito, se trataba, entre otras medidas, de fomentar la vigilancia natural, ¿qué era eso?, pues una vigilancia ejercida naturalmente, ¿por parte de quién?, pues del común de los ciudadanos y ¿cómo?, pues durante sus desplazamientos por su localidad, pero ¿qué tenía eso que ver con la concentración o desconcentración de oficinas municipales?, bastante, la diseminación de estas oficinas por diferentes lugares de la localidad fomenta el trasiego de ciudadanos de un lugar a otro con la finalidad de solventar sus trámites, este trasiego lleva incorporada la vigilancia que “naturalmente” ejerce el ciudadano aún sin pretenderlo.
Para la teoría de la prevención situacional, el delito ocurre cuando se agregan tres factores: un agresor motivado, un objeto disponible y la ausencia de vigilancia. La carencia de uno de los tres factores es importante para que el delincuente cambie su actitud desistiendo de incurrir en el delito o conducta desviada.
No se trata de disertar en profundidad sobre esta teoría y del concepto de la vigilancia natural, simplemente pretendo ponerlo en contraste con la vigilancia formal o sistemática, sobre todo cuando esta adolece de sesgo rutinario y acomodaticio.
Con frecuencia solemos aducir que si “la gente” denunciara aquello cuanto ve y no guardara silencio “otro gallo cantaría” en la prevención y represión de la delincuencia, cierto, pero de cara al delincuente más que el temor a ser denunciado, lo tiene a ser visto, a ser conocido, no hallar la cobertura del anonimato, por eso ese tipo de medidas tanto en la distribución de dependencias oficiales, como en el diseño de la ciudad y la concienciación de ciudadanos, no son caras de asumir pues redundan en ahorro con la evitación de actos vandálicos u otros delictivos, la calidad de vida y la probable generación de actividad económica subsiguiente.
Pero, ¿porqué hablo de esto?. Porque quiero hacerlo de la Guardia Civil, de su “praxis” interna “in vigilando”, su coste y eficacia.
Lamento hacerlo, pero he de establecer un paralelismo que me resulta doloroso, motivo por el que no lo citaré expresamente:
En nuestra institución está establecido un concepto denominado “vigilancia del servicio”, este concepto no da lugar a equívocos, alude directamente a la actividad que se refiere describiéndola de forma precisa, son pues sus características: la formalidad y el sistematismo.
Aspectos de la vigilancia de servicio deben ser destacados desde una perspectiva crítica. Por cuanto se ha tornado desde siempre en la actividad prevalente en los oficiales de la Guardia Civil, su materialización consiste únicamente en una firma en un documento y no supone necesariamente una interactuación seria con otros Guardias Civiles, no previene conductas desviadas entre los mismos, pues resulta relativamente sencillo prever su ejecución y esquivar sus posibles consecuencias para aquel cuya tendencia personal es la de infringir algún deber. Nos encontramos con una actividad exclusiva (identificada como trabajo en sentido propio), costosa e ineficaz. Lamentablemente proliferan conductas desviadas en nuestras institución (bajas fingidas, actividades incompatibles, dejaciones....), “culpa in vigilando”.
Pero, ¿Cómo podría implantarse una vigilancia natural alternativa a la vigilancia del servicio?. Se me ocurre que desde la implicación directa en el trabajo, entendido como conjunto de actividades orientadas a un fin en las que la vigilancia se ejerce aún sin pretenderlo expresamente. El conocimiento derivado de la práctica del trabajo concurre especialmente en quien lo realiza y faculta para emitir juicio crítico que, tratándose del superior en relación a la labor realizada, le habilita especialmente no sólo en el suyo propio, sino también y con perspectiva empática sobre el realizado por sus subordinados. La implicación obligada del superior en supuestos tasados de trabajo, por lógica los de mayor relevancia, el conocimiento profundo de la labor que desarrollan sus subordinados con él y por separado, la crítica respecto de la calidad y resultados, conlleva una vigilancia natural en sentido propio. De esta forma el vigilante produce labor (ejemplo), la vigilancia ya se ha realizado al interactuar intensamente con otros componentes, lo que implica conocimiento, no se hace preciso diseñar o planificar desplazamientos para desarrollar una actividad inerte, evitando así gasto innecesario. Quien conoce porque ha interactuado, al mismo tiempo ha vigilado, advertida por todos la presencia de esta constante actúa como factor que obstaculiza el desarrollo de conductas desviadas.
(Perdón por la retahíla).