Author: massachussets » Vie 14 Jun, 2013 23:02
¿Qué puedo decir que no sepáis ya?, es cuestión de hacerse respetar, tarea complicada, en este Cuerpo reina una especie de subcultura ilusoria en virtud de la cual la más alta graduación jerárquica lleva pareja una mayor elevación en todos los órdenes: ético, intelectual, etc... es la proyección de cada uno de nosotros la que debe encargarse de demostrar que eso no es así. Pero resulta muy triste comprobar como a algunos las estrellas parece que le pinchan las neuronas, no ven más alla de ese entorno (Guardia Civil) que tanto prestigio les da, y olvidan que cobran unos emolumentos muy dignos para únicamente pasearse en un coche, firmar papeletas, sermonear y pedir números para la estadistica, olvidan que hay unos ciudadanos que les pagan el sueldo y a cambio esperar recibir servicio de una calidad medianamente digna, pues si no es así, para qué nos quieren. ¿A cuántos oficiales veis en las salas de los tribunales defendiendo su trabajo y conclusiones?, ¿cuántos están empleados es esclarecer hechos de trascendencia social relevante?, ¿donde está escrito que esas tareas no les incumben?. Bueno, y decimos de los oficiales, pero y de lo que hay más arriba, ¿cuál es el sentido de su existencia?, ¿tantas personas son necesarias para coordinar y aplicar doctrina?, pero por Dios, sin con tantos años de historia la Guardia Civil tendría que ser una maquina bien engranada y que funcionara por sí sola, sin necesidad de tanta decisión intermedia.
[quote user="aliado" post="45982"]Recuerdo un lugar donde el Sargento, Comandante de Puesto, era un sacrificado y abnegado profesional, un auténtico líder que trabajaba dando ejemplo a los demás, cumplidor en lo que prometía y coherente con lo que predicaba.
Sin embargo, a pesar de las buenas cualidades que el buen Comte. de Puesto mostraba, su labor nunca fue reconocida por sus subordinados, quienes rajaron de él sin piedad mientras aquel sólo trabajaba haciendo lo mejor que podía, siempre predispuesto y atento a las demandas de ellos: “Mi Sargento necesito unos días libres”, “Mi Sargento tengo aquí un Señor que dice que le han denunciado”, “Mi Sargento ….” … etc.
Nunca le reconocieron su buen hacer. Pero un día, aquel Suboficial se marchó destinado a otro sitio y en aquella Unidad no se cubrió su plaza durante mucho tiempo. Entonces el Puesto, sin un mando titular que lo dirigiera y controlara, se convirtió en el Ejército de Pancho Villa.
Moraleja: “Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, y cuando lo pierde se da cuenta de lo valioso que era”.
Va por ustedes.[/quote]